Un parto con dificultades: Corea del Sur 3-1 Venezuela


Tras casi ocho meses sin seleccionador, ausencias de jugadores importantes y una lesión de última hora, con 20 mil kilómetros recorridos desde Suramérica hasta Asia y sin transmisión televisiva, nació la Vinotinto de Noel Sanvicente. Una derrota ante Corea del Sur en Seúl por 3-1 fue su bautismo de fuego, este viernes.

La nueva era del equipo venezolano, luego de la salida de César Farías, comenzó con un gol de Mario Rondón, al minuto 21 del compromiso, en el estadio de Bucheon. Pero un doblete del experimentado Lee Dong-Gook y un tanto de Lee Myeong-Ju le dieron la victoria a los locales, mundialistas en Brasil.

“Merecimos más, pero las pérdidas de balones fueron determinantes porque al final lo que importa es quien haga el gol (...) Nos desordenamos. En el primer tiempo hubo más para Venezuela como la ocasión de Salomón solo frente al arquero pero no pudo definir”, afirmó el técnico de San Félix, en la conferencia de prensa posterior al duelo, según un comunicado enviado por la Federación Venezolana de Fútbol.

Sanvicente tuvo que enfrentar una baja de última hora: el desgarro de Rafael Acosta, acompañante del capitán Tomás Rincón en la contención. Además, las ausencias de los convocados centrales Fernando Amorebieta y Andrés Túñez obligó a darle la titularidad al marabino Grenddy Perozo, recién recuperado de una contractura.


También hicieron falta las ideas de Juan Arango –pidió tiempo para acostumbrarse a las gramas sintéticas de México- y el zuliano Yohandry Orozco –dejado en Venezuela tras un estira y encoge entre el cuerpo técnico vinotinto y el del Deportivo Táchira-.

A pesar de todo, los criollos no desentonaron. El técnico guayanés optó por un 4-2-3-1, con Dani Hernández como arquero, Roberto Rosales y Gabriel Cichero en los laterales, Perozo acompañando a Oswaldo Vizcarrondo en el centro de la zaga, Rincón y Edgar Jiménez como destructores, Alejandro Guerra como volante libre en ataque y Josef Martínez y Mario Rondón apoyando en el frente a Salomón Rondón.


El arquero Kim Jin-Hyeon sacó, apenas al segundo minuto, un remate a bocajarro de Salomón, tras un pase de Mario desde la derecha. La dupla comenzaba a funcionar, gracias a la presión que generaba.

Pero al 21 apareció “SuperMario”. El artillero del Nacional de Portugal aprovechó una pésima salida del guardameta, que le regaló la pelota al medio: el caraqueño la envió por encima, para el 1-0 venezolano.


Igualó Myeong-Ju al 33, con un remate cruzado en el área venezolana, tras una confusión en la defensa. Cuatro criollos no pudieron cubrir a Son Heung-Min, que le dejó la pelota a Lee Chung-Yong. Su tiro pegó en la espalda de los nacionales, y la pelota le quedó al matador, para el 1-1.

Para la segunda mitad, los surcoreanos salieron con todo. Venezuela se disolvía, más en errores de concentración que por falta de físico. Al 53, Lee Dong-Gook cabeceó un córner, solo, sin marcadores, para el 2-1. Ni Vizcarrondo ni Perozo le ofrecieron dificultades al hombre del Jeonbuk Motors, ex del Middlesbrough inglés, que metió la pelota con dirección travesaño-gol.


El 3-1 fue una inocentada total. Los coreanos le quitaron la esférica a Luis Manuel Seijas en la zona del lateral izquierdo –ingresó al 61 por Jiménez- y de allí salió el centro, que pegó en la espalda de Rosales. Dong-Gook metió el derechazo, al minuto 64.

Las ideas de presión alta y toque de cara a la meta rival, propias de Sanvicente, tuvieron un retoño en el partido de ayer. Pero desaparecido Josef, con Salomón sin abastecimiento de balón –Guerra extrañó a un socio como Orozco- y Mario diluido con el pasar del tiempo, poco peligro existió. Rincón estuvo solo –ni Jiménez, y luego Seijas, sirvieron de apoyo como en su momento lo fue el más defensivo Franklin Lucena-, Cichero y Rosales no pudieron cubrir sus flancos, Vizcarrondo y Perozo se vieron sobrepasados en momentos clave...


El margen para mejorar existe, y lo importante: se dio el primer paso. Los criollos van el martes ante Japón en Yokohama, en el segundo y último cotejo de la gira asiática. El chip Sanvicente, ya insertado, está comenzando a mostrar algún cambio.

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