Brasil resolvió la complicación del debut ante la dura Croacia. Lejos de ser un trámite, la pentacampeona pasó por el infierno y luego subió al paraíso, tomada de las manos de Neymar y Oscar, ganando 3-1 el jueves, en el comienzo del Mundial de 2014.
Los dos genios 10 brillaron. El del Barcelona anotó dos goles y el del Chelsea uno, en el estadio Arena Corinthians de Sao Paulo. Marcelo, con autogol, les había dado alas a los europeos.
La sorpresa cayó como un balde de agua fría sobre Brasil, cuando al minuto 12, el conjunto de Niko Kovac inauguró el marcador. Ya había generado un par de oportunidades que terminaron desviadas, hasta que llegó el campanazo.
Ivica Olic, por la izquierda balcánica, metió un centro que movió levemente Nikica Jelavic y que terminó empujando al fondo de las redes Marcelo. El fallo brasileño contra el oportunismo croata: los contragolpes hacían temblar a los locales.
La selección verdeamarela solo había generado peligro con un cabezazo de David Luiz, retenido sin mayores problemas por Stipe Pletikosa. Pero de allí en adelante, solo se dedicaba a sufrir con los ataques azules por los costados. A Neymar le costaba crear, mientras que Oscar buscaba el desmarque.
El astro del Barcelona y su compañero del Chelsea, así como Paulinho, se rotaban para los cañonazos desde fuera del área, pero Pletikosa tapaba todo. Hulk no conseguía el arco rival y la incertidumbre se apoderaba del equipo de Luiz Felipe Scolari.
Incluso, Neymar recibió una amarilla al 27, luego de un codazo al rostro de Luka Modric. En otro lugar, en otro momento, era una roja directa, pero el árbitro Yuichi Nishimura, adecuado más a la realidad que a la norma, solo le amonestó.
Dos minutos más tarde, adiós presión: Oscar robó la pelota y, entre dos marcadores croatas, se la dejó a Neymar. El 10 se llevó el balón, serpenteó hasta las cercanías del área y metió un zurdazo, no muy potente, pero sí con una ubicación teledirigida. Mientras más se acercaba Pletikosa, más se alejaba la esférica, dando en el poste izquierdo y pasando la línea.
Todo el estadio de Sao Paulo era un suspirar. Al final, se convirtió en un volcán que gritaba gol.
La paridad le daba un respiro a Brasil, mientras que Croacia se dedicaba a mantener su línea defensiva. La presión de los últimos cinco minutos de la primera mitad no ocasionó cambió alguno en el marcador.
Empantanado el partido en los primeros diez minutos de la segunda parte, Iván Perisic intentó romper la paridad con un remate lejano, por encima del área, al 55. La respuesta brasileña llegó apenas al 67, con un tiro libre de Dani Alves que pasó cercano al arco de Pletikosa.
Dos minutos más tarde, la locura: Nishimura vio penal en un resbalón, fingido, de Fred. Poco había hecho el delantero del Fluminense en el partido, pero lo que realizó borró el empate.
Neymar se encargó de cobrar el castigo y, tras una carrera en forma de signo de interrogación (de derecha a izquierda y luego al centro), disparó con la derecha. Pletikosa alcanzó a desviar el remate, pero el balón entró para el 2-1.
David Luiz y Fred, de cabeza, sembraron peligro en el área de una Croacia que no se rendía. Modric de larga distancia, y luego Perisic dentro del rectángulo, se encontraron con un Julio César imponente. Y en la jugada posterior al último tiro, llegó el gol para cerrar el duelo.
Oscar, brillante en todo el compromiso, metió un puntillazo de derecha a la diestra de Pletikosa, sentenciando el marcador y dándole la primera alegría a los locales, que padecieron lo indecible ante una selección balcánica valiente.
Brasil enfrentará a México el 17 de junio en Fortaleza, mientras que Croacia rivalizará con Camerún un día después, en Manaos.
Los dos genios 10 brillaron. El del Barcelona anotó dos goles y el del Chelsea uno, en el estadio Arena Corinthians de Sao Paulo. Marcelo, con autogol, les había dado alas a los europeos.
La sorpresa cayó como un balde de agua fría sobre Brasil, cuando al minuto 12, el conjunto de Niko Kovac inauguró el marcador. Ya había generado un par de oportunidades que terminaron desviadas, hasta que llegó el campanazo.
Ivica Olic, por la izquierda balcánica, metió un centro que movió levemente Nikica Jelavic y que terminó empujando al fondo de las redes Marcelo. El fallo brasileño contra el oportunismo croata: los contragolpes hacían temblar a los locales.
La selección verdeamarela solo había generado peligro con un cabezazo de David Luiz, retenido sin mayores problemas por Stipe Pletikosa. Pero de allí en adelante, solo se dedicaba a sufrir con los ataques azules por los costados. A Neymar le costaba crear, mientras que Oscar buscaba el desmarque.
El astro del Barcelona y su compañero del Chelsea, así como Paulinho, se rotaban para los cañonazos desde fuera del área, pero Pletikosa tapaba todo. Hulk no conseguía el arco rival y la incertidumbre se apoderaba del equipo de Luiz Felipe Scolari.
Incluso, Neymar recibió una amarilla al 27, luego de un codazo al rostro de Luka Modric. En otro lugar, en otro momento, era una roja directa, pero el árbitro Yuichi Nishimura, adecuado más a la realidad que a la norma, solo le amonestó.
Dos minutos más tarde, adiós presión: Oscar robó la pelota y, entre dos marcadores croatas, se la dejó a Neymar. El 10 se llevó el balón, serpenteó hasta las cercanías del área y metió un zurdazo, no muy potente, pero sí con una ubicación teledirigida. Mientras más se acercaba Pletikosa, más se alejaba la esférica, dando en el poste izquierdo y pasando la línea.
Todo el estadio de Sao Paulo era un suspirar. Al final, se convirtió en un volcán que gritaba gol.
La paridad le daba un respiro a Brasil, mientras que Croacia se dedicaba a mantener su línea defensiva. La presión de los últimos cinco minutos de la primera mitad no ocasionó cambió alguno en el marcador.
Empantanado el partido en los primeros diez minutos de la segunda parte, Iván Perisic intentó romper la paridad con un remate lejano, por encima del área, al 55. La respuesta brasileña llegó apenas al 67, con un tiro libre de Dani Alves que pasó cercano al arco de Pletikosa.
Dos minutos más tarde, la locura: Nishimura vio penal en un resbalón, fingido, de Fred. Poco había hecho el delantero del Fluminense en el partido, pero lo que realizó borró el empate.
Neymar se encargó de cobrar el castigo y, tras una carrera en forma de signo de interrogación (de derecha a izquierda y luego al centro), disparó con la derecha. Pletikosa alcanzó a desviar el remate, pero el balón entró para el 2-1.
David Luiz y Fred, de cabeza, sembraron peligro en el área de una Croacia que no se rendía. Modric de larga distancia, y luego Perisic dentro del rectángulo, se encontraron con un Julio César imponente. Y en la jugada posterior al último tiro, llegó el gol para cerrar el duelo.
Oscar, brillante en todo el compromiso, metió un puntillazo de derecha a la diestra de Pletikosa, sentenciando el marcador y dándole la primera alegría a los locales, que padecieron lo indecible ante una selección balcánica valiente.
Brasil enfrentará a México el 17 de junio en Fortaleza, mientras que Croacia rivalizará con Camerún un día después, en Manaos.
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