A Portugal le hicieron falta, al menos, tres Cristianos Ronaldo más. El “Balón de Oro” 2013 no bastó para conducir a un desordenado equipo luso que, pese a ganar 2-1 a Ghana en el último partido de la fase de grupos, no pudo avanzar a los octavos de final del Mundial de Brasil 2014.
El astro del Real Madrid, de menos a más en el torneo, no pudo echarse al hombro al conjunto europeo, que terminó con 4 puntos pero con peor diferencia de goles que Estados Unidos. Los americanos cayeron 1-0 con Alemania, pero sellaron su boleto a la segunda ronda.
La suerte le sonreía a los dirigidos por Paulo Bento, cuando a la media hora de partido John Boye anotaba el 1-0 en propia puerta, tras un catastrófico intento de despeje. Pero Asamoah Gyan -el mejor para las “Estrellas negras” en el cotejo-, con un cabezazo certero a pase de Kwadwo Asamoah, logró la paridad al 57.
El asedio de los navegantes fue tediosamente anárquico. Pocas veces, y siempre por intermedio de la dupla Cristiano Ronaldo-Nani, consiguieron generar peligro real. Eder, perdido en la delantera, no conseguía presionar; Joao Moutinho y Rubén Amorim seguían la comparsa del error.
“CR7” anotó el gol de la victoria al 80, tras un rechace infantil del arquero Fatawu Dauda. El atacante recibió la pelota en el corazón del área y la mandó a guardar. Fue su única diana en todo el torneo.
Pudo tener dos y hasta tres tantos más, pero Dauda enmendó su fallo con paradas espectaculares en los minutos finales del compromiso en Brasilia.
Ghana, que ante Estados Unidos (derrota 2-1 en el último minuto) y Alemania (empate a dos) demostró que estaba para más cosas, cayó ante los problemas extradeportivos: sus generales, Sulley Muntari y Kevin Prince Boateng fueron expulsados antes del partido por el seleccionador James Appiah, por indisciplina.
La sensación que dejó Portugal fue que, tras el 4-0 ante Alemania, en el que la expulsión de Pepe fue fundamental, todo estaba consumado. El empate a dos “in extremis” con los norteamericanos fue solo un hilo de esperanza. Se necesitaron más Cristianos, pero con el pundonor del que apareció ayer.
El astro del Real Madrid, de menos a más en el torneo, no pudo echarse al hombro al conjunto europeo, que terminó con 4 puntos pero con peor diferencia de goles que Estados Unidos. Los americanos cayeron 1-0 con Alemania, pero sellaron su boleto a la segunda ronda.
La suerte le sonreía a los dirigidos por Paulo Bento, cuando a la media hora de partido John Boye anotaba el 1-0 en propia puerta, tras un catastrófico intento de despeje. Pero Asamoah Gyan -el mejor para las “Estrellas negras” en el cotejo-, con un cabezazo certero a pase de Kwadwo Asamoah, logró la paridad al 57.
El asedio de los navegantes fue tediosamente anárquico. Pocas veces, y siempre por intermedio de la dupla Cristiano Ronaldo-Nani, consiguieron generar peligro real. Eder, perdido en la delantera, no conseguía presionar; Joao Moutinho y Rubén Amorim seguían la comparsa del error.
“CR7” anotó el gol de la victoria al 80, tras un rechace infantil del arquero Fatawu Dauda. El atacante recibió la pelota en el corazón del área y la mandó a guardar. Fue su única diana en todo el torneo.
Pudo tener dos y hasta tres tantos más, pero Dauda enmendó su fallo con paradas espectaculares en los minutos finales del compromiso en Brasilia.
Ghana, que ante Estados Unidos (derrota 2-1 en el último minuto) y Alemania (empate a dos) demostró que estaba para más cosas, cayó ante los problemas extradeportivos: sus generales, Sulley Muntari y Kevin Prince Boateng fueron expulsados antes del partido por el seleccionador James Appiah, por indisciplina.
La sensación que dejó Portugal fue que, tras el 4-0 ante Alemania, en el que la expulsión de Pepe fue fundamental, todo estaba consumado. El empate a dos “in extremis” con los norteamericanos fue solo un hilo de esperanza. Se necesitaron más Cristianos, pero con el pundonor del que apareció ayer.
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