Con el muro criollo destruido en Perú, a César Farías le
tocó cambiar el chip de Venezuela. La Vinotinto se convirtió en un fenómeno
natural, un huracán ofensivo, que devastó Asunción durante la octava jornada de
las eliminatorias suramericanas.
Explosividad, tenencia de pelota, cortes efectivos en el
medio sector y un portero inspirado resultaron clave para que el escuadrón
patrio no solo lograra su primer triunfo en seis visitas a la capital guaraní,
sino que marcara por vez primera en el premundial de Brasil 2014 dos goles.
César Farías introdujo seis cambios respecto al once inicial
mostrado en Perú. El más sorpresivo: el de Dani Hernández por Renny Vega en el
arco. Alexander González ingresó para
jugar en el lateral derecho, Franklin Lucena en la contención, César
“Maestrico” González en el medio de ataque, Josef Martínez y Salomón Rondón en
la delantera.
Pero no solo en nombres se cambió el chip vinotinto: también
en estilo de juego. Del conservador 4-2-3-1 de Lima, con tendencia a jugar al
contragolpe, se pasó a un 4-2-2-2 explosivo, manteniendo el balón, atacando en
bloque a Paraguay, ahogándolo en su campo.
Los guaraníes no encontraron qué hacer. Venezuela (que logró
cuatro de los cinco goles previos de eliminatoria gracias al balón parado)
comenzó a generar juego, con Juan Arango, “Maestrico” y Luis Manuel Seijas
tocando la pelota y rematando desde fuera del área. Josef revolucionó el frente
con su velocidad, en el que fue su debut eliminatorio, con apenas 19 años. Y
Salomón estuvo allí para rematar lo que oliera a gol.
“Entramos con la convicción de que con la pelota podíamos
defendernos y hacer daño a la vez. Pegamos cuando teníamos que pegar. Salimos
con mucha personalidad a jugar”, explicó Seijas, culminado el compromiso.
Cuando las dudas acecharon a los criollos apareció Dani.
Suplente en los duelos anteriores del premundial, la noche del martes cerró el
arco ante Óscar Cardozo y Nelson Haedo Valdez. Disparos a bocajarros terminaron
detenidos por el meta del Valladolid, salvando hasta en cinco ocasiones claras
a los nacionales.
Al filo del término de la primera mitad, luego de las
primeras salvadas de Dani, apareció Rondón. Criticado por Farías luego de su
ausencia en el amistoso ante Japón, el caraqueño salvó a la Vinotinto junto con
otro que estuvo a punto de ser borrado por el seleccionador: César González.
“Maestrico” metió un pase bombeado del medio hacia el frente
en una jugada que iniciaron Arango y Rosales, y Rondón recibió, rematando con
suavidad y ubicación a la izquierda de Justo Villar. El primer tiempo culminaba
como ante Perú, con un triunfo parcial de Venezuela.
El gran temor era
recordar el aluvión peruano en Lima, que ahora Paraguay se encimara. En aquel
momento el orden se disolvió, Vega no pudo contener junto con Andrés Túñez y
Oswaldo Vizcarrondo y todo se derrumbó. En Asunción, las cosas fueron
distintas.
La Vinotinto comprendió que era mejor defender atacando, y
así lo hizo, por intermedio de Arango, Josef y “Maestrico”. Y cuando Paraguay
tuvo oportunidad de gol, apareció Dani con su solvencia para detener las olas.
“La clave fue la actitud que tuvo la selección, el orden
también fue importante. Demostramos que tenemos jugadores de buen nivel”,
apuntó el volante de contención Lucena, otro de los destacados en el
compromiso.
Hasta que al 68 Rondón marcó el segundo de Venezuela, el que
le dio un balón de oxígeno a la selección. Apelando a la historia reciente de
la Vinotinto, el balón parado surgió para “matar” a los guaraníes.
Arango cobró una falta desde la derecha y su centro resultó
despejado a medias por Villar. El rebote le quedó a un Salomón solitario, que
solo tuvo que empujar la esférica desde el suelo.
“Estoy contento porque nunca bajamos los brazos. Josef y yo
demostramos que somos compatibles en el ataque”, apuntó Rondón.
De allí en adelante los nacionales supieron aguantar, pero
también contaron con la suerte de que los guaraníes, con Haedo Valdez al
frente, no pudieron resolver sus ocasiones, incluyendo una en el corazón del
área venezolana que ningún albirrojo pudo empujar.
La actitud y la táctica cambiaron y Venezuela disfrutó hacer
historia en Asunción. La época de la irreverencia ofensiva volvió.
CIFRAS
14 disparos al arco tuvo Venezuela por solo 10 del local,
Paraguay.
197 pases correctos realizó la Vinotinto, por 115 de la
selección guaraní.
10 faltas cometió Venezuela por 18 del combinado paraguayo.
LOS RECAMBIOS
Dani Hernández. 10 puntos. Salvó a la selección venezolana
con su solidez bajo los tres palos. El del Valladolid supo arriesgar en los
achiques.
Alexander González. 6 puntos. El lateral derecho del Young
Boys suizo pasó de menos a más. Tuvo algunas dudas en los despejes, pero
resolvió con rapidez.
Franklin Lucena. 9 puntos. Sobresaliente la actuación del
volante llanero. Le dio peso a la contención, algo que faltó contra Perú.
Líder.
César “Maestrico” González. 8 puntos. Pasó de ser el “caucho
de repuesto” a motor nacional. Dio la asistencia para el primer gol venezolano.
Josef Martínez. 7 puntos. Velocidad y desequilibrio aportó
el juvenil sub 20 en el cuadro nacional. La seguridad la fue ganando con el
paso del tiempo.
Salomón Rondón. 10 puntos. Un auténtico “asesino” del área.
Resolvió sus oportunidades con maestría, con olfato de gol. Silenció las
críticas por su ida a Rusia.
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