Cuatro goles le endosó a Bolivia, otros cuatro a Chile, Luis
Suárez venía como líder anotador de las eliminatorias… y Uruguay se estrelló
contra la muralla venezolana. ¿Cómo hizo la Vinotinto para detener al expreso
celeste?
El equipo de César Farías trabajó como un bloque ante el
campeón de América en su casa, el legendario estadio Centenario de Montevideo.
Tener a Diego Forlán, Suárez y Edinson Cavani al frente hizo que se redoblara
el orden de la defensa nacional: solo un parpadeo permitió que el del Inter de
Milán no perdonara el arco de Renny Vega.
Farías, con la asistencia de Marcos Mathías como arquitecto
de la zaga criolla, plantó a Roberto Rosales por la banda derecha, Oswaldo
Vizcarrondo y Fernando Amorebieta en el centro de la zaga y Gabriel Cichero por
la izquierda. Tomás Rincón –que arrastraba molestias desde el año pasado en una
de sus tibias- y Giácomo di Giorgi formaron la barricada en el medio sector. Y
en general, los atacantes también apretaron a los charrúas.
En el primer tiempo cuatro disparos uruguayos llevaron
peligro de gol: dos de Forlán, uno de Cavani y otro de Álvaro Pereira. Solo
Forlán supo sacar réditos de un fallo defensivo vinotinto.
“Un mal entendido”, consideró Amorebieta en zona mixta.
“Jugadores de ese nivel no perdonan. Pero nosotros también tuvimos nuestras
ocasiones y pudimos sacar más de lo que hemos sacado”.
“Palito” Pereira metió un centro desde el fondo y el 10
uruguayo, por el medio, le ganó la espalda a Amorebieta y Vizca, con Di Giorgi
quedado en la carrera con Forlán, que solo recibió y remató, al minuto 38.
Pero en la segunda mitad la Vinotinto se estabilizó. No solo
en la zaga (los tres tiros celestes fueron neutralizados, con un Vega
impasable), sino también en el frente, con tres remates de media distancia de
Juan Arango y dos cabezazos de Salomón Rondón. El segundo de ellos terminó en
el gol vinotinto, tras asistencia de Arango, al 84.
Amorebieta secó a Suárez, que venía con tres goles en las
eliminatorias, y marcó en las pelotas a balón parado a un Diego Lugano
peligrosísimo siempre.
“Somos cuatro defensores que estamos en un buen momento.
Amorebieta, Vizcarrondo, Rosales, yo, es una defensa muy equilibrada, con mucha
jerarquía. Estuvimos muy ordenados”, juzgó Cichero.
Los laterales tuvieron exclusivamente trabajo defensivo, tal
como lo explicó Rosales. “Un partido inteligente, no nos desesperamos para
irnos a lo loco hacia adelante. Sabíamos de nuestras posibilidades, fue muy
importante”.
Para cerrar el partido, Farías ubicó a Grenddy Perozo como
volante de contención, cuando ya había sacado a Di Giorgi buscando opciones en
el frente con Yohandry Orozco. El candado funcionó y Venezuela metió en el saco
un punto épico en Montevideo.
CIFRAS
30 quites en todo el campo tuvo Venezuela.
13 faltas cometió, recibiendo 3 amarillas.
7 disparos realizó la celeste en el partido.
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