Arranca con el balón pegado a su pie derecho. Aumenta la velocidad y frena, recortando su envión. Luego vuelve a iniciar el movimiento, hasta ceder la esférica. Su pase es certero, tanto que fue el que terminó en el gol de Oswaldo Vizcarrondo para que Venezuela venciera a Bolivia y llegara a la cima del fútbol suramericano.
Es Julio Álvarez, el nuevo dueño de la casaca 10 de la Vinotinto, un experimentado jugador descendiente de españoles y que evoca, con su estilo y contextura, al gran Gabriel Urdaneta, pero en versión derecha.
“Gaby”, volante 10 zurdo retirado en el 2011, defendió en 77 oportunidades a la selección venezolana.
“Que tenga la 10 es algo anecdótico. Yo venía utilizando el 17, pero con la lesión de Ronald (Vargas), me asignaron el número que vengo usando en mi club”, indicó, previamente, el mediocampista.
Hijo de gallegos, Álvarez nació en Caracas en 1981. A pesar de su madurez, y luego de desechar la posibilidad de vestir la camiseta nacional en la era de Richard Páez, César Farías apostó por el volante mixto del Numancia español. Y, como el resto de apuestas del timonel en el premundial 2014, hizo ganar a los criollos.
El ex jugador del Real Madrid Castilla, Rayo Vallecano y Mallorca, entre otros equipos, debutó la noche del martes como titular, acompañando en la contención —a pesar de sus virtudes ofensivas— al tachirense Tomás Rincón.
Al 26, cobró un tiro de esquina cerrado, que cabeceó Vizcarrondo para el tanto del triunfo. Álvarez disputó 73 minutos. Lo sustituyó un volante de corte exclusivamente defensivo, Franklin Lucena, cuya lesión antes de la jornada tres lo marginó.
“Me quedo con los tres puntos, lo que importa es el resultado”, señaló Álvarez en una corta intervención ante los medios, en “Pueblo Nuevo”.
El reto está en ver si Álvarez, como Urdaneta, podrá darle tantas glorias a Venezuela.
Álvarez, aprobado
Juan Arango, en la zona mixta posterior al partido contra Bolivia, tuvo palabras positivas para el desempeño de Álvarez: “Julio hizo un gran partido, un jugador con experiencia, que vino a aportar y lo hizo bastante bien”.
También expresó su opinión César “Maestrico” González, respecto a la búsqueda del buen juego vinotinto: “No pensábamos que llovería, pero jugamos al fútbol, sobre todo con el ingreso de Julio. Era la idea, pero fue algo complicado”.
Es Julio Álvarez, el nuevo dueño de la casaca 10 de la Vinotinto, un experimentado jugador descendiente de españoles y que evoca, con su estilo y contextura, al gran Gabriel Urdaneta, pero en versión derecha.
“Gaby”, volante 10 zurdo retirado en el 2011, defendió en 77 oportunidades a la selección venezolana.
“Que tenga la 10 es algo anecdótico. Yo venía utilizando el 17, pero con la lesión de Ronald (Vargas), me asignaron el número que vengo usando en mi club”, indicó, previamente, el mediocampista.
Hijo de gallegos, Álvarez nació en Caracas en 1981. A pesar de su madurez, y luego de desechar la posibilidad de vestir la camiseta nacional en la era de Richard Páez, César Farías apostó por el volante mixto del Numancia español. Y, como el resto de apuestas del timonel en el premundial 2014, hizo ganar a los criollos.
El ex jugador del Real Madrid Castilla, Rayo Vallecano y Mallorca, entre otros equipos, debutó la noche del martes como titular, acompañando en la contención —a pesar de sus virtudes ofensivas— al tachirense Tomás Rincón.
Al 26, cobró un tiro de esquina cerrado, que cabeceó Vizcarrondo para el tanto del triunfo. Álvarez disputó 73 minutos. Lo sustituyó un volante de corte exclusivamente defensivo, Franklin Lucena, cuya lesión antes de la jornada tres lo marginó.
“Me quedo con los tres puntos, lo que importa es el resultado”, señaló Álvarez en una corta intervención ante los medios, en “Pueblo Nuevo”.
El reto está en ver si Álvarez, como Urdaneta, podrá darle tantas glorias a Venezuela.
Álvarez, aprobado
Juan Arango, en la zona mixta posterior al partido contra Bolivia, tuvo palabras positivas para el desempeño de Álvarez: “Julio hizo un gran partido, un jugador con experiencia, que vino a aportar y lo hizo bastante bien”.
También expresó su opinión César “Maestrico” González, respecto a la búsqueda del buen juego vinotinto: “No pensábamos que llovería, pero jugamos al fútbol, sobre todo con el ingreso de Julio. Era la idea, pero fue algo complicado”.
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