El barco que conduce Richard Páez Monzón tiene a Alejandro Cichero como mástil principal. En sus pies y en su cabeza aguanta la defensa central de Millonarios, campeón de la Copa Postobón Colombia y ya clasificado al octogonal de la liga.
Zaguero central de jerarquía, el caraqueño conversó con PANORAMA, vía telefónica desde Bogotá, hablando sobre el gran momento del equipo embajador, pese a que cayó 1-0 con Santa Fe en el Clásico bogotano, el miércoles en la noche.
Además, conversó sobre el caso de su hermano, el sancionado Gabriel Cichero, poco antes de que se dictaminaran los cinco meses de suspensión luego de un altercado protagonizado en Francia, donde hace vida con el Lens de la segunda división.
Los momentos previos a la decisión final sobre Gabriel Cichero, su hermano, en Francia: "Está pasando por un gran momento por la selección, en el que todos deberíamos estar pendientes. Esperemos que todo salga bien. Yo como hermano, como hincha de él, como aficionado de la selección, quiero que se resuelva de la mejor manera, porque es su bienestar, el de la selección, el de su familia, el de uno".
Los que nos conocen saben que no sólo es mi hermano, sino mi mejor amigo. Después del veredicto, hay que seguir peleando. El fútbol es una lucha continua.
A pesar de la caída ante Santa Fe, Millonarios sigue a las puertas de la clasificación a la siguiente ronda de la liga...
Matemáticamente ya estamos dentro, ya entramos al octogonal, se cumplió la primera misión. Se jugó un partido duro, un clásico, nos hacen un gol en el minuto 93, cosa que me molestó mucho, porque teníamos que estar un poco más concentrados en ese sentido. Queríamos tratar de sacar el empate para así eliminar ya a un rival duro como Santa Fe. Lamentablemente no se consiguió, pero el objetivo principal ya lo logramos, que era clasificar. Ahora nos toca el Junior para tratar de sumar unos tres puntos y ser cabezas de serie.
¿Cuál ha sido la clave para el gran momento que vive el equipo embajador?
La fe que se tuvo, de creer en lo que Richard quería, en un proceso importante. Todo proceso al comienzo siempre es difícil, pero después los frutos se ven, como nos pasó a nosotros. A nivel de equipo pienso que es la actitud que se ha tomado, de saber que tenemos excelentes jugadores, que es un excelente grupo. Se ha confiado mucho en Dios, Él sabe un poquito más que nosotros, y al que está con Él, normalmente las cosas le salen bien.
¿Dónde reside el aporte principal del DT Richard Páez?
El que conoce a Richard sabe su filosofía. Le encantan los retos, los proyectos, él tomó la iniciativa de acercarse a un equipo que estaba muy, muy grave, en todos los sentidos, económica y futbolísticamente. En un año cambió eso, él es una persona seria, la gente lo entendió. Lo primero que pidió es tener a sus jugadores totalmente al día, en todos los sentidos. Eso da a entender que es un técnico serio. Las cosas le seguirán saliendo bien.
¿Cómo califica este momento que vive futbolísticamente?
A mí me ha ido siempre bien. Tuve una pasantía en el Caracas en la que me fue menos bien en el fútbol. Pero en todas partes me ha ido bien. Aquí debo agradecer al profe (el venezolano Jorge) Durán la preparación física. Millonarios está considerado como el equipo que corre más en campo en Colombia. Gracias a Dios, en ese nivel físico me siento muy bien.
¿Cuál ha sido el aprendizaje principal de su paso por Colombia?
La competencia. Aquí no hay rival fácil. Si te das cuenta, la tabla todavía está pegadita, todos los equipos juegan para ganar, el nivel de competencia es muy alto.
¿Cómo vive el gran 2011 de la selección venezolana de fútbol?
Estoy feliz, porque no sólo gana Venezuela o la Vinotinto: ganamos todos, todo el entorno y el país. Le damos una alegría al país, el jugador venezolano sigue creciendo a nivel internacional, es mirado diferente. Mientras a Richard Páez y a mi persona nos vaya bien en el extranjero, y a la selección le vaya bien, ganamos todos.
¿Cuáles son las principales diferencias entre la Vinotinto de Páez y la de Farías?
Son dos esquemas de juego diferentes. A Richard le gusta mucho el buen juego. Nosotros conseguimos lo que conseguimos por eso. Farías tiene un esquema de juego diferente. Otra cosa que he visto es que la selección de hoy tiene jugadores grandes, altos, como Rondón y Miku. La de nosotros no, teníamos jugadores muy buenos técnicamente y muy rápidos, pero no con la altura de ahorita.
Creo que Rondón mide 1,90, los dos centrales, mi hermano, Miku... son cinco o seis jugadores con una estatura importante. En la época mía, el alto era yo.
¿Sueña con volver a la selección?
Hay que aprovechar los momentos de cada jugador. Eso no implica que quiera o no quiera. Uno como técnico tiene que saber cuándo el jugador está pasando por un buen momento y si es para el bienestar de su selección, debería aprovecharlo.
¿Qué destaca de la línea de centrales conformada por Vizcarrondo y Amorebieta?
Lo simple que se juega. En el juego aéreo están muy bien, pero lo mejor fue que entendieron que los centrales tienen que jugar simple. Deben romper la jugada y entregar. Eso es lo más importante que ellos han entendido.
Zaguero central de jerarquía, el caraqueño conversó con PANORAMA, vía telefónica desde Bogotá, hablando sobre el gran momento del equipo embajador, pese a que cayó 1-0 con Santa Fe en el Clásico bogotano, el miércoles en la noche.
Además, conversó sobre el caso de su hermano, el sancionado Gabriel Cichero, poco antes de que se dictaminaran los cinco meses de suspensión luego de un altercado protagonizado en Francia, donde hace vida con el Lens de la segunda división.
Los momentos previos a la decisión final sobre Gabriel Cichero, su hermano, en Francia: "Está pasando por un gran momento por la selección, en el que todos deberíamos estar pendientes. Esperemos que todo salga bien. Yo como hermano, como hincha de él, como aficionado de la selección, quiero que se resuelva de la mejor manera, porque es su bienestar, el de la selección, el de su familia, el de uno".
Los que nos conocen saben que no sólo es mi hermano, sino mi mejor amigo. Después del veredicto, hay que seguir peleando. El fútbol es una lucha continua.
A pesar de la caída ante Santa Fe, Millonarios sigue a las puertas de la clasificación a la siguiente ronda de la liga...
Matemáticamente ya estamos dentro, ya entramos al octogonal, se cumplió la primera misión. Se jugó un partido duro, un clásico, nos hacen un gol en el minuto 93, cosa que me molestó mucho, porque teníamos que estar un poco más concentrados en ese sentido. Queríamos tratar de sacar el empate para así eliminar ya a un rival duro como Santa Fe. Lamentablemente no se consiguió, pero el objetivo principal ya lo logramos, que era clasificar. Ahora nos toca el Junior para tratar de sumar unos tres puntos y ser cabezas de serie.
¿Cuál ha sido la clave para el gran momento que vive el equipo embajador?
La fe que se tuvo, de creer en lo que Richard quería, en un proceso importante. Todo proceso al comienzo siempre es difícil, pero después los frutos se ven, como nos pasó a nosotros. A nivel de equipo pienso que es la actitud que se ha tomado, de saber que tenemos excelentes jugadores, que es un excelente grupo. Se ha confiado mucho en Dios, Él sabe un poquito más que nosotros, y al que está con Él, normalmente las cosas le salen bien.
¿Dónde reside el aporte principal del DT Richard Páez?
El que conoce a Richard sabe su filosofía. Le encantan los retos, los proyectos, él tomó la iniciativa de acercarse a un equipo que estaba muy, muy grave, en todos los sentidos, económica y futbolísticamente. En un año cambió eso, él es una persona seria, la gente lo entendió. Lo primero que pidió es tener a sus jugadores totalmente al día, en todos los sentidos. Eso da a entender que es un técnico serio. Las cosas le seguirán saliendo bien.
¿Cómo califica este momento que vive futbolísticamente?
A mí me ha ido siempre bien. Tuve una pasantía en el Caracas en la que me fue menos bien en el fútbol. Pero en todas partes me ha ido bien. Aquí debo agradecer al profe (el venezolano Jorge) Durán la preparación física. Millonarios está considerado como el equipo que corre más en campo en Colombia. Gracias a Dios, en ese nivel físico me siento muy bien.
¿Cuál ha sido el aprendizaje principal de su paso por Colombia?
La competencia. Aquí no hay rival fácil. Si te das cuenta, la tabla todavía está pegadita, todos los equipos juegan para ganar, el nivel de competencia es muy alto.
¿Cómo vive el gran 2011 de la selección venezolana de fútbol?
Estoy feliz, porque no sólo gana Venezuela o la Vinotinto: ganamos todos, todo el entorno y el país. Le damos una alegría al país, el jugador venezolano sigue creciendo a nivel internacional, es mirado diferente. Mientras a Richard Páez y a mi persona nos vaya bien en el extranjero, y a la selección le vaya bien, ganamos todos.
¿Cuáles son las principales diferencias entre la Vinotinto de Páez y la de Farías?
Son dos esquemas de juego diferentes. A Richard le gusta mucho el buen juego. Nosotros conseguimos lo que conseguimos por eso. Farías tiene un esquema de juego diferente. Otra cosa que he visto es que la selección de hoy tiene jugadores grandes, altos, como Rondón y Miku. La de nosotros no, teníamos jugadores muy buenos técnicamente y muy rápidos, pero no con la altura de ahorita.
Creo que Rondón mide 1,90, los dos centrales, mi hermano, Miku... son cinco o seis jugadores con una estatura importante. En la época mía, el alto era yo.
¿Sueña con volver a la selección?
Hay que aprovechar los momentos de cada jugador. Eso no implica que quiera o no quiera. Uno como técnico tiene que saber cuándo el jugador está pasando por un buen momento y si es para el bienestar de su selección, debería aprovecharlo.
¿Qué destaca de la línea de centrales conformada por Vizcarrondo y Amorebieta?
Lo simple que se juega. En el juego aéreo están muy bien, pero lo mejor fue que entendieron que los centrales tienen que jugar simple. Deben romper la jugada y entregar. Eso es lo más importante que ellos han entendido.
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