Dos nombres con aroma de leyenda, de historia, que evocan tiempos gloriosos. Peñarol, el equipo carbonero de Uruguay, aquel mitificado por los goles del ecuatoriano Alberto Spencer; Santos, el “Peixe” de Brasil, con Pelé como la figura eterna.
Este miércoles, ambos equipos se medirán en la ida de la final de la Copa Libertadores de América (8:20 pm, en el estadio Centenario de Montevideo, con transmisión de Fox Sports). Las figuras son otras, pero la esencia es la misma: por un lado, los goles y la contundencia de Juan Manuel Olivera; por el otro la magia y la picardía de Neymar.
Peñarol, el primer campeón de la Libertadores (1960) y cinco veces ganador de la misma (1960, 61, 66, 82 y 87), llegó luego de eliminar en la semifinal al argentino Vélez Sarsfieldo por 1-0 en la ida y 2-1 en la vuelta. Olivera, con cinco tantos, es el estandarte del equipo, que cuenta con hombres como Alejandro Martinuccio y Jonathan Urretaviscaya (crack de la celeste en el Suramericano sub 20 Venezuela 2009).
“Se lucha mucho, se pelea mucho. De repente no tenemos un fútbol vistoso pero tenemos mucho corazón”, apuntó Olivera, en declaraciones al diario montevideano El País.
En el campo del frente, el huracán brasileño, Santos. Con un fenómeno de los regates como Neymar, y con efectivos jugadores como Elano y Paulo Ganso, es el gran favorito para coronarse por tercera vez, luego de hacerlo en 1962 y 1963.
“Espero jugar muy bien, honrar nuestra camiseta y ser campeón de la Libertadores. Sueño con eso. Para conquistar algo, es necesario soñarlo primero”, afirmó el estelar atacante de 19 años al departamento de prensa de su equipo.
Pero el legendario Pelé, pilar de aquel Santos bicampeón de América, fue equilibrado: “En este juego no hay favorito y cualquiera de los dos está en condiciones de ganar el campeonato”.
El compromiso de vuelta se disputará el 22 de junio, en Sao Paulo.
Este miércoles, ambos equipos se medirán en la ida de la final de la Copa Libertadores de América (8:20 pm, en el estadio Centenario de Montevideo, con transmisión de Fox Sports). Las figuras son otras, pero la esencia es la misma: por un lado, los goles y la contundencia de Juan Manuel Olivera; por el otro la magia y la picardía de Neymar.
Peñarol, el primer campeón de la Libertadores (1960) y cinco veces ganador de la misma (1960, 61, 66, 82 y 87), llegó luego de eliminar en la semifinal al argentino Vélez Sarsfieldo por 1-0 en la ida y 2-1 en la vuelta. Olivera, con cinco tantos, es el estandarte del equipo, que cuenta con hombres como Alejandro Martinuccio y Jonathan Urretaviscaya (crack de la celeste en el Suramericano sub 20 Venezuela 2009).
“Se lucha mucho, se pelea mucho. De repente no tenemos un fútbol vistoso pero tenemos mucho corazón”, apuntó Olivera, en declaraciones al diario montevideano El País.
En el campo del frente, el huracán brasileño, Santos. Con un fenómeno de los regates como Neymar, y con efectivos jugadores como Elano y Paulo Ganso, es el gran favorito para coronarse por tercera vez, luego de hacerlo en 1962 y 1963.
“Espero jugar muy bien, honrar nuestra camiseta y ser campeón de la Libertadores. Sueño con eso. Para conquistar algo, es necesario soñarlo primero”, afirmó el estelar atacante de 19 años al departamento de prensa de su equipo.
Pero el legendario Pelé, pilar de aquel Santos bicampeón de América, fue equilibrado: “En este juego no hay favorito y cualquiera de los dos está en condiciones de ganar el campeonato”.
El compromiso de vuelta se disputará el 22 de junio, en Sao Paulo.
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