Joangel González anotó el gol del triunfo costanero 1-0 sobre el Unión Atlético San Antonio, en el estadio Pedro Chávez, de Ureña.
Los verdiblancos, con el técnico Jorge "Pilón" Pérez a la cabeza, han logrado sobreponerse a la adversidad en lo que va de torneo, por no decir en el tiempo de vida que llevan. Deportivamente derrochan corazón, garra y coraje, típico del pueblo costanero; pero administrativamente están en ruina. Son meses los que llevan sin cobrar sus jugadores y cuerpo técnico; aunque, a diferencia de otras instituciones, la directiva --encabezada por el presidente José "Cheo" Mosquera-- permanece al lado del equipo, siempre dando la cara ante las necesidades de sus jugadores.
El problema del Real Bolívar, como de buena parte de los equipos de fútbol en Venezuela, es la falta de dinero. Y el asunto más lamentable es que la autogestión es reducida: el nombre más repetido en las oraciones del presidente del equipo es "Gobernación del Zulia".
Está bien que los gobiernos aporten a los equipos, ayuden como parte de una labor social, pero hasta allí: no es depender exclusivamente de un ente, sino de la misma capacidad del recurso humano para conseguir dinero. Mercadeo, publicidad, aporte de socios, etc.
Hoy se celebra, pero a medias. La petición de "Cheo" Mosquera volvió ayer, y esta vez reportó dividendos con un aporte de 100 mil bolívares fuertes por parte de la Gobernación del Zulia. ¿Servirá para establecer una base y que se mantenga el equipo? ¿Ayudará para la construcción de algún estadio, tan necesario en la Costa Oriental del Lago --el 5 de Julio de Lagunillas no da abasto para estar en primera división--? ¿O el dinero sólo se irá en pagos de deudas? ¿Y el futuro?
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